En esta primavera, la pérdida de la capa de ozono sobre el Ártico ha sido la más elevada de la historia, según la Organización Mundial de la Meteorología (OMC). El secretario general de esta organización, Michel Jarraud, ha anunciado que la situación demuestra que la estratosfera sigue afectando a las sustancias liberadas por la actividad humana.
De hecho, la capa de ozono se encuentra en la estratosfera, a 15-35 km de la superficie terrestre, y filtra la radiación ultravioleta B (UVB) procedente del Sol. En la década de 1970, los científicos descubrieron que algunos gases de uso industrial, como los clorofluorocarbonos y los halones, destruían la capa de ozono. Aunque en un principio no se tomaron medidas por parte de políticos y responsables, finalmente, en septiembre de 1987, 29 países firmaron el Protocolo de Montreal. Mediante este protocolo se comprometieron a no utilizar los gases que destruyen la capa de ozono, comprometiéndose posteriormente a otros 162 países.
Sin embargo, estos gases no han desaparecido, la OMC estima que sólo ha desaparecido el 10% de lo que sería necesario para alcanzar los niveles de 1980. Por tanto, su influencia sigue siendo percibida y, además, en el Ártico este año ha sido más acusada que nunca. De hecho, a pesar de que en invierno la temperatura de la superficie terrestre ha sido más alta de lo normal, la estratosfera ha estado más fría de lo normal. El problema es que si la temperatura de la estratosfera es inferior a -78 ºC se producen nubes en las que las reacciones convierten los gases en nocivos para el ozono.
Esta situación suele ser más grave que en ningún sitio en la Antártida, pero este año en el Ártico ha ocurrido algo similar. Los investigadores sospechan que el cambio climático puede estar relacionado con ello, por lo que se está haciendo un esfuerzo especial para investigar la relación entre la pérdida de ozono y el cambio climático. En palabras de Michel Jarraud, “la pérdida de ozono de 2011 nos ha demostrado que en los próximos años debemos cuidar de cerca el estado del Ártico”.