Recién pasada la cumbre sobre la emergencia climática COP26, un grupo de expertos internacionales ha publicado el Manifiesto del Océano Limpio con el objetivo de impulsar los objetivos de las Naciones Unidas en materia de océanos para 2030. Será la base de la conferencia oceánica que se celebrará entre hoy y el 19 de noviembre, y además de definir los objetivos, diseñarán estrategias para alcanzarlos.
Según el grupo, el primer paso en el camino hacia un océano limpio es investigar el recorrido que realizan los contaminantes. Además, las primeras fuentes de contaminación (residuos marinos, por ejemplo) deberían eliminarse en gran medida (50-90%), recurriendo a los orígenes de los vertidos para reducirlos: ruido, vertidos de compuestos químicos, plásticos y residuos agrícolas, etc. También requieren el rigor de medidas de control como la limitación del mercurio del atún o la mejora de la monitorización. También contribuyen al desarrollo de tecnologías limpias.
Por otro lado, se ha propuesto reforzar las normativas de prevención y control, así como canalizar las subvenciones para la implantación de buenas prácticas, incidiendo también en la inclusión social, destacando la participación ciudadana.
Sin embargo, sin esperar a 2030, también se han enumerado unos objetivos concretos a corto plazo para 2025. Por ejemplo, les parece importante que todos tengan la misma visión del océano limpio. Dentro de los objetivos específicos, se ha propuesto cuantificar los efectos de todas las principales fuentes de contaminación sobre los ecosistemas, los organismos y la salud humana y analizar todos los productos químicos antropogénicos que se vierten a los océanos.
Por otro lado, solicitan que se definan niveles aceptables de contaminación. Para ello es necesario conocer bien el grado de tolerancia de especies y ecosistemas. Además, se considera necesario identificar áreas geográficas prioritarias como las regiones polares y las costas urbanas.
También consideran importante conocer los obstáculos y colaboradores, así como prestar atención a los que puedan quedar atrás. En su interior se han mencionado pueblos indígenas y comunidades insulares, por ejemplo.
En cuanto a las industrias del futuro (turismo, minería del fondo marino, parques eólicos, etc.), se ha propuesto desarrollar escenarios de referencia. Y entre los objetivos de 2025 se incluye el cálculo de costes.