19 y 20 de abril VI. En Pamplona se celebraron las Jornadas de Salud. Las sesiones se desarrollaron íntegramente en euskera y contaron con la presencia de profesionales sanitarios procedentes de diferentes comarcas. Las sesiones se organizaron bajo el título “Enfermedades crónicas y calidad de vida” y tuvimos la oportunidad de reflexionar sobre este interesante tema. Hubo diferentes formas de participación: ponencias, conferencias o mesas redondas. Se recibieron 50 trabajos para su presentación y se ofrecieron a los asistentes a modo de comunicación oral y a modo de exposición de vídeo y paneles.
Aunque se trata de la sexta jornada, hay que reconocer que ha sido la primera en Navarra y que, afortunadamente, fue incluso mayor de lo que se pensaba en respuesta. En un principio, la intención y la ilusión de un grupo de amigos despertó el interés de mucha gente y nos sentimos orgullosos de subrayar que ha tenido una gran repercusión.
Los primeros pasos no fueron tan fáciles. Se debatió mucho sobre la organización de las jornadas en Pamplona. Como hemos dicho antes, es la primera vez que se celebra en Navarra este tipo de eventos y nos temíamos por el resultado del esfuerzo. También nos preguntábamos si por parte de la Administración hubiéramos recibido algún tipo de ayuda, ya que se consideraba que hablar sólo en euskera era un gran handicap. Afortunadamente, conseguimos mantener la organización y una vez aprobado el proyecto y decidido salir adelante, empezamos a dar la puerta.
Tuvimos más de un susto porque nos recibieron en unas puertas que se consideraron cerradas. Además de las subvenciones, obtuvimos un apoyo absoluto y, en lo que respecta al uso del euskera, recibimos unas opiniones inmejorables. Creemos que hemos conseguido conciliar la salud con el euskera: al igual que en el resto de disciplinas, se nos dijo que el euskera tiene su lugar en la salud y que es un ámbito a trabajar, en sintonía con lo que pensamos y queríamos demostrar.
Consciente de esta necesidad, cabe destacar el trabajo que se está realizando entre los profesionales de Atención Primaria. A pesar de que la falta de fluidez o costumbre en la preparación de las comunicaciones en euskera en este grupo es un gran obstáculo, el no dominio del euskera técnico ha supuesto un estímulo para muchos profesionales que han buscado soluciones a las necesidades. Por otro lado, el hecho de que los pasos que se dan a favor del euskera tengan la suficiente repercusión es un objetivo prioritario para este grupo. Por ejemplo, el Departamento de Sanidad de Navarra ha publicado este año por primera vez en euskera y castellano el Boletín de Salud Pública, que ha sido reconocido por este grupo de profesionales.
En cualquier caso, todavía hay áreas que hay que analizar y trabajar y son muchas. Entre ellos, cabe mencionar el ámbito de las Especialidades, en el que los esfuerzos posteriores se han de centrar en que no ha habido demasiadas relaciones con los que trabajan en los hospitales y en las áreas más cercanas.
La aportación de las Jornadas de Pamplona se puede resumir en dos, por un lado, en ofrecer a las personas que trabajamos en el ámbito de la salud en euskera la posibilidad de conocerse mutuamente y, por otro, en demostrar que es un medio eficaz para compartir experiencias.