Analizan las consecuencias de las interrupciones en los sistemas sanitarios por COVID-19
Investigadores internacionales han demostrado que la influencia del COVID-19 en los servicios de salud ha provocado restricciones en la vigilancia de la salud de la población. La investigación, publicada en la revista Nature medicine, ha puesto de manifiesto que las mayores restricciones se han producido en las pruebas de detección y diagnóstico de cáncer, tuberculosis y VIH (26-96%).
En el estudio se han analizado dos países de bajo ingreso (Etiopía y Haití), seis de nivel medio (Ghana, República Democrática Popular de Laos, México, Nepal, Sudáfrica y Tailandia) y dos de nivel alto (Chile y Corea del Sur) entre enero de 2019 y diciembre de 2020. A pesar de los esfuerzos por mantener los servicios de salud, se ha constatado que en todos los países se han producido fluctuaciones de distinto tamaño y duración, sin encontrar modelos claros en función de los ingresos de los países o de la intensidad de la pandemia.
Como ya se ha comentado, las mayores restricciones se han producido en el diagnóstico del cáncer, la detección de la tuberculosis y el VIH. En Inglaterra, se estima que el retraso en los diagnósticos de cáncer de mama aumentará la mortalidad en un 8-10% en un periodo de 5 años. En el caso de la tuberculosis, los síntomas pueden confundirse con los del COVID-19, lo que en ocasiones ha provocado que los pacientes permanezcan en su domicilio sin acudir a los servicios sanitarios. No tienen claro el impacto de la distancia social en la transmisión de la tuberculosis y el VIH. Sin embargo, el suministro de antirretrovirales del VIH no sufrió interrupciones.
Todas las visitas ambulatorias descendieron entre el 9% y el 40% en 2020, debido a la interrupción de los servicios, el miedo a la contaminación, los límites establecidos en la movilidad… Por otro lado, en la mitad de los países hubo descensos entre el 5% y el 33% en los servicios de salud materna y también en las vacunaciones infantiles. Aunque estas interrupciones fueron a corto plazo, los investigadores creen que no se recuperarían las vacunas de todos los niños abandonados. Además, Chile y México experimentaron fuertes descensos en métodos anticonceptivos (52% y 87% respectivamente).
En la atención a la salud mental también se han observado descensos significativos en Chile y México. Es significativo que sólo tres países, los dos mencionados y Corea del Sur, han aportado datos sobre salud mental. Sin embargo, algunos países pusieron en marcha programas específicos de atención a la salud mental, como números telefónicos especiales en México y Sudáfrica.
A finales de 2020, la mitad de los países presentaban fuertes recortes, mientras que a principios de 2021 seguían produciéndose notables fluctuaciones. Por lo tanto, los investigadores concluyen que es imprescindible establecer planes de mejora de la resiliencia de los sistemas sanitarios para que estén preparados ante futuras emergencias.
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