Un ordenador, un programa de análisis, una antena y un sistema de captura de ondas de radio son suficientes para espiar a otros ordenadores cercanos. Este equipamiento es caro (unos 50.000$), pero los precios van bajando rápidamente y ya hay equipos más baratos. El espía recogerá las ondas de radio que emiten los cabezales magnéticos, pantallas y teclados del disco duro y obtendrá la información almacenada en el ordenador.
La Universidad de Cambridge ha desarrollado un sistema de protección frente al riesgo. Las medidas de seguridad a adoptar son tres: añadir al ordenador un sistema que "guarde" las cabezas magnéticas del disco duro en una zona en la que no haya datos, utilizar monitores de bordes lisos y, mediante un sistema que genere series aleatorias de números, desvirtuar la señal emitida por el teclado.