Los ordenadores del futuro sustituirán los electrones y cables por fotones y fibra óptica. De esta forma, la velocidad será cien millones de veces mayor que la de los ordenadores actuales. Además, los ordenadores serán más pequeños, económicos y fiables. En los ordenadores actuales, el medio de transmisión es sólido, por lo que la velocidad y cantidad de las señales que se transmiten están limitadas y los componentes de los ordenadores se calientan y finalmente se deterioran.
Además, el uso de componentes cada vez más pequeños genera problemas de señalización que afectan a la fiabilidad del sistema. Los fotones, sin embargo, se mueven a mucha mayor velocidad y no necesitan aislante. Por otra parte, con distintas frecuencias se pueden enviar cientos de grupos de señales fotográficas simultáneamente.
Este ordenador de ensueño de algunos será el fruto de la colaboración entre la NASA y varias universidades. De hecho, esta entidad viene financiando desde el año 1994 el convenio denominado ANLO (Pacto para la óptica no lineal). El objetivo de las organizaciones participantes en el acuerdo es producir un ordenador de alta velocidad, para lo que cada universidad está investigando en un área de conocimiento para lograr entre todos el ordenador más rápido posible.