Según Kondaire, los vampiros consiguen la inmortalidad gracias a la sangre de los jóvenes. Y al igual que otras muchas leyendas, eso tiene una base real. De hecho, en los experimentos con los ratones han visto que la sangre de los jóvenes rejuvenece a los ancianos. En concreto, han demostrado que las transfusiones de sangre de los jóvenes son efectivas para reducir las alteraciones relacionadas con la vejez.
Con la esperanza de obtener estos resultados en las personas, el investigador de la Universidad Standford Tony Wiss-Coray solicitó la autorización de un ensayo clínico. Y conseguirlo. Ha probado a voluntarios con síntomas leves o medianos de Alzheimer y ahora ha presentado sus primeros resultados. Desde el principio ha advertido que es demasiado pronto para sacar conclusiones definitivas. En cualquier caso, reconoce que no ha tenido efectos significativos.
En el experimento han participado 18 voluntarios/as de entre 54 y 86 años. Durante cuatro semanas, una vez por semana, la mitad de los voluntarios han recibido un suero fisiológico y la otra mitad han recibido una transfusión de plasma. Este plasma fue obtenido de donantes de sangre de 18 a 30 años, eliminando los glóbulos rojos de la sangre.
Según el investigador, los primeros resultados muestran que el tratamiento no tiene efectos secundarios graves. El beneficio no ha sido muy significativo. Se midieron las capacidades cognitivas, el estado de ánimo y la capacidad de llevar una vida autónoma y, en general, no han experimentado ninguna mejora significativa. Sin embargo, algunos de los voluntarios se desenvolvieron mejor que antes en determinadas actividades cotidianas como la compra o la preparación de comidas.
Cabe destacar que este tipo de investigación es por el momento única en humanos, por lo que no se ha podido comparar con ningún otro resultado. Además, el grupo de voluntarios era pequeño. Por ello, los científicos han tomado los resultados con prudencia.
Wiss-Coray, sin embargo, no ha perdido la esperanza y ha anunciado su intención de realizar un nuevo experimento. De hecho, pretende utilizar el plasma al que se han eliminado no sólo los glóbulos rojos de la sangre, sino también las proteínas y otras moléculas, ya que en el ratón ha dado mejores resultados que el plasma total. Además, quiere aumentar el número de voluntarios.
Otros investigadores son menos optimistas. Consideran que este tipo de transfusiones puede ser peligroso sin saber exactamente cuál es el mecanismo de acción del plasma en los procesos relacionados con el envejecimiento. Mientras tanto, al no requerirse autorización especial para realizar transfusiones de sangre, algunas clínicas estadounidenses ya ofrecen transfusiones con la promesa de frenar el envejecimiento. Por dinero, claro.