Los donantes de sangre son imprescindibles en la medicina de hoy, pero sería un gran paso no necesitar donantes. Hay muchas razones para ello: a veces hay problemas para tener acceso a la sangre donada, esa sangre se estropea rápidamente, etc. Es por ello que intentan producir sangre artificial. Y han creado más de uno. El problema es que esa sangre tiene que ser un sustituto fiable de la sangre real y, según un estudio, la sangre artificial actual no es del todo fiable.
En Europa y Estados Unidos aún no se ha aprobado la utilización comercial de sangre artificial, pero se están realizando numerosas pruebas clínicas. Muchos grupos están trabajando en ello, por lo que en un instituto clínico de Maryland, en Estados Unidos, han querido recopilar los resultados de varias sesiones clínicas para realizar un estudio estadístico. Los resultados son claros: el uso de sangre artificial provoca demasiados casos de corazón y muerte, un 15% más que con la sangre real.
Se trata únicamente de un análisis estadístico y se han escuchado algunas opiniones contrarias. Pero, según los investigadores, merece la pena buscar las razones de esta estadística. Uno puede ser que la hemoglobina de sangre artificial capta óxido nítrico en lugar de captar oxígeno. Esta sustancia produce una dilatación de los vasos sanguíneos. Sin embargo, esta explicación no es más que una hipótesis; los expertos no saben qué está pasando realmente.