Uno de los fármacos utilizados en la quimioterapia, el ciclofosfamida, además de analizar su efecto nocivo sobre los ovarios, ha presentado una molécula que protege de este daño a un grupo de investigadores israelíes. El estudio, publicado en la revista Science Translational Medicine, indica que la administración de la molécula AS101 a las hembras de ratón, junto con la ciclofosfamida, reduce el daño de los ovarios y evita la pérdida de fertilidad de los ratones.
Los investigadores han explicado que la ciclofosfamida activa los folículos ovarios, lo que los convierte en vulnerables ante las siguientes dosis al matar las células que están duplicando los medicamentos. Incluso han visto que esta activación se controla a través de la proteína PI3K. Y precisamente contra esta proteína actúa la molécula AS101. Así, a unos ratones que trataban con ciclofosfamida les dieron el AS101, lo que les permitió demostrar que los folículos sufrían menos daño.
El especialista de Onkologikoa, Arrate Plazaola, cree que aunque la molécula puede ser eficaz, todavía es pronto para decir si beneficiará a las mujeres. Además, ha explicado a la revista Elhuyar que siguen adoptando medidas para no perder la oportunidad de reproducirse y proteger los ovarios.
Para empezar, Plazaola recuerda que la quimioterapia no trae consigo la esterilización forzosa: “El tratamiento se realiza siempre teniendo en cuenta el grado de incidencia de los medicamentos a administrar en la fertilidad, con el fin de proporcionar un tratamiento lo más ligero posible o menos perjudicial posible. Sin embargo, en algunos casos sabemos que los ovarios sufrirán daños. Entonces, les dirigimos a otros especialistas para elegir la opción más adecuada de entre todas las opciones existentes”.
Entre estas alternativas, Plazaola ha mencionado la extracción y congelación de ovocitos o de la superficie del ovario para que “posteriormente pueda tener niños mediante fecundación in vitro”.
Finalmente, al igual que el estudio Isralego, afirma que también se utilizan medicamentos para proteger los ovarios. “Estos medicamentos son análogos al LH-RH y en algunos casos dan buen resultado. De alguna manera, el óculo es dormido, la menstruación desaparece y el daño de la quimioterapia es menor”.
En definitiva, las investigaciones para reducir los efectos secundarios de la quimioterapia tienen especial interés y se están ensayando en laboratorios de todo el mundo con el fin de preservar el bienestar de los pacientes.