Un grupo de expertos noruegos afirma que los móviles y las redes wifi son seguros para la salud
En el estudio, la Comisión de expertos ha tenido en cuenta las tecnologías más comunes que emiten radiación electromagnética de baja frecuencia: teléfonos móviles, redes wifi, antenas de móvil, antenas audiovisuales y otras herramientas de comunicación. La Comisión no sólo ha analizado su posible impacto en la salud, sino que también ha asesorado sobre la gestión de riesgos sanitarios y la normativa.
La Comisión ha estado formada por expertos e investigadores de servicios sanitarios y de transportes y comunicaciones, bajo la dirección de Jan Alexander, Director General del Departamento de Sanidad de Noruega. El informe presentado consta de cerca de doscientas páginas, aunque también se ha publicado un resumen.
En cualquier caso, se trata de una de las investigaciones más profundas y recientes sobre el tema, que ha confirmado lo dicho por otras grandes investigaciones, es decir, que no existe ninguna prueba que demuestre que estas tecnologías son nocivas para la salud. Es más, según el informe, se puede afirmar con “certeza razonable” que estas herramientas tecnológicas no suponen un riesgo para la salud.
--> Ondas electromagnéticas: entre representaciones y pruebas (Revista Elhuyar nº 260, Tema central)
Ni cáncer, ni nada
La mayor parte de los estudios se han centrado en la detección de la presencia de radiación electromagnética de baja frecuencia en personas, animales, células e incluso ADN.
A pesar de haber descartado varios estudios con errores metodológicos, se han analizado numerosos estudios de calidad, tanto sobre cánceres de crecimiento rápido (gliomas) como de crecimiento lento (meningiomas, neuromas acústicos). Teniendo en cuenta la fiabilidad y la cantidad de las investigaciones, la Comisión de Expertos considera que no es posible afirmar que el uso de estos instrumentos aumenta el riesgo de cáncer. Además, ha destacado que los estudios epidemiológicos no muestran un mayor número de casos de cáncer en los últimos años, si bien el uso de móviles ha aumentado considerablemente en este periodo.
Algunas de las investigaciones son muy largas (la más larga es de 20 años) y otras han sido realizadas con niños y jóvenes, y en ningún caso han visto relación entre el uso de móviles y el cáncer.
Además del riesgo de cáncer, se han analizado los problemas de fertilidad, las alteraciones del sistema endocrino e inmunológico y el conjunto de síntomas que los pacientes asocian a las ondas electromagnéticas, conocidos como electromagnetic hipersensitivity. En ellas las investigaciones no son tan abundantes como en el caso del cáncer, y son mucho más débiles, pero la conclusión es la misma: no se ha demostrado que los móviles y similares causen daños.
Por lo tanto, la Comisión de Expertos ha señalado que existe una “poca incertidumbre” en esta cuestión. Es decir, sin duda se puede afirmar que las herramientas tecnológicas que emiten ondas electromagnéticas de baja frecuencia son seguras.
Normativa y sociedad
Por otro lado, la Comisión de Expertos ha analizado también los reglamentos y ha repelido todas las preocupaciones: por un lado, han considerado que los límites de seguridad establecidos por el ICNIRP (Comisión Internacional para la Protección contra la Radiación No Ionizante) son suficientes y, por otro, han visto que las tecnologías emisoras de radiación utilizan mucho menos de lo permitido.
Por ello, la Comisión de Expertos considera que no es conveniente que se agudicen aún más los límites, ya que esto puede suponer un aumento del recelo a las ondas electromagnéticas en algunos grupos sociales. En su lugar, consideran mejor difundir la información y gestionar bien la comunicación de riesgos.
Por ejemplo, en base al principio de precaución, se ha valorado positivamente recordar que al aumentar la distancia a la fuente de radiación se reduce considerablemente, por lo que los usuarios de móviles podrían recibir una radiación mucho menor utilizando el micrófono remoto y el auricular si lo desean. O bien, en el caso de las antenas, dicen que cuando la cobertura es débil se recibe más radiación, por lo que es mejor poner antenas suficientes para tener una buena cobertura que pocas.
Zu idazle
Zientzia aldizkaria
