¿Quién debería sobrevivir?

Galarraga Aiestaran, Ana

Elhuyar Zientzia

Imagínate que estás en un futuro cercano y viajas por la carretera en un coche autónomo, es decir, en un coche sin conductor. Hay dos carriles y justo al lado de tu coche hay una persona. El coche tiene la orden de evitar a las personas, para ello se trasladaría al otro carril. ¡Pero hay alguien a la altura del otro carril! Supongamos que estas dos personas no son las mismas: una es joven y otra es vieja; o una está embarazada y la otra está enferma; o en uno de los carriles hay una sola persona y en el otro dos. ¿Qué debería hacer el coche en cada una de estas situaciones? ¿Cómo programar?

Los desarrolladores de máquinas con inteligencia artificial, entre ellos los diseñadores de coches autónomos, tratan de responder a este tipo de preguntas. La respuesta, sin embargo, no depende de ellos, ya que toda la sociedad debe aceptar las normas éticas impuestas a las máquinas para que sean aceptadas por la propia máquina.Así, para conocer la opinión moral o ética de la gente, se ha realizado el mayor experimento realizado hasta el momento.La Máquina de la Moral (Moral Machine), liderada por el Instituto de Tecnología del MIT Massachusets, ha recibido 40 millones de respuestas de millones de personas de 233 países.Las situaciones que se dan en el experimento son: salvar a las personas (en lugar de animales domésticos), seguir la misma marcha (en lugar de desplazarse entre coches), salvar al que va en coche (en lugar del peatón), salvar a muchos seres vivos (en lugar de pocos), salvar a los hombres (en lugar de las mujeres), jóvenes (en lugar de los ancianos), peatones que circulan en línea recta (en lugar de los que se cruzan entre coches), en forma baja, y en forma social.Analizando estos 40 millones de respuestas, se observa que hay cuestiones en las que la gente prefiere salvar a personas y a jóvenes, y si son muchas, mejor. En estos tres casos, por tanto, estaría claro qué orden dar a las máquinas.En otras ocasiones, por el contrario, hay diferencias en las prioridades de quién da respuesta. Por ejemplo, la prioridad de salvamento de las mujeres era un 0,06% menor entre los hombres en general, pero en los países del hemisferio sur, tanto de uno como de otro género, se hacía por la vida de la mujer.Los investigadores han reconocido que el estudio no es más que una aproximación a la resolución de la cuestión, pero consideran que las conclusiones obtenidas deben ser tomadas en consideración por el número de respuestas recibidas. Sin embargo, después de tantas preguntas maliciosas planteadas por los investigadores, quizá no estaría mal añadir que has respondido lo que realmente piensas (o has buscado el visto bueno del encuestador)?

 

Publicado en el diario Berria.

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