Los delfines y otros mamíferos marinos no tienen oído externo, pero también tienen la capacidad de oír sonidos. Hasta la fecha no sabíamos cómo los delfines transportaban el sonido desde la superficie hasta los oídos de la cabeza, pero algunos investigadores del Instituto Oceanográfico de Massachusetts acaban de desentrañar el misterio de esta capacidad: parece que utilizan las grasas maxilo-facial como transportistas de sonido.
Utilizando resonancia magnética y tomografías, las grasas de los maxilares y los tubos de oídos han visto que tienen forma de trompeta y a través de ellas los delfines transportan el sonido hasta los oídos internos