Los isótopos de nitrógeno y carbono medidos en varios esquistos australianos de hace 2,5 billones de años nos pueden informar del ciclo aeróbico del nitrógeno. Según la investigadora de la Universidad de Washington Jessica Garvin y su equipo, es posible que el ciclo aeróbico del nitrógeno se desarrolle antes de que el oxígeno comience a acumularse a la atmósfera. De hecho, han visto que ciertos microorganismos evolucionados en aquella época eran capaces de producir nitratos y nitritos añadiendo oxígeno al amoniaco.