La reproducción del sapo nimba es conocida, a diferencia de la mayoría de los sapos restantes, por ser vivíparo. Las hembras de esta especie alimentan al feto durante 9 meses en el útero. Tras varios estudios sobre este sapo, un grupo de investigadores alemanes ha resumido todo su trabajo de 40 años. La investigación se ha publicado recientemente en la revista Zoosystematic and Evolution. Los autores no sólo ilustran los sistemas reproductivos de las hembras y machos y el especial desarrollo del feto, sino que también explican la influencia del medio en el tipo de reproducción. Parece que su especial reproducción se debe a la distribución evolutiva provocada por el entorno cambiante y la falta de agua.