El animal más simple del mundo no es la esponja, sino un pequeño gusano del grupo de los condicionantes. La lombriz es un parásito de pulpos y calamares con un alto grado de especialización. El cuerpo del animal es la única célula larga con alrededor de 10 a 40 células adicionales, sin tubo digestivo, ni músculo, ni sistema nervioso.
Hasta ahora se pensaba que era algo entre seres unicelulares y animales más complejos. Los investigadores han estudiado el código genético de la lombriz dicemya orientadora (una de las lombrices que componen el grupo) y han encontrado el mismo esquema que un gen muy especial que poseen algunos moluscos y lombrices. Los condicionemides, por tanto, no son seres primitivos de bajo desarrollo, sino animales que se han convertido a la simplicidad a partir de seres más complejos. ¿Cómo explicarlo? Una de las leyes de la evolución dice que lo que no se utiliza se pierde. Esto ocurre a menudo en parásitos: cuanto más provienen del huésped, menos necesitan funciones especializadas y, con el uso, las funciones desaparecerán. www.quebecscience.qc.ca