Los investigadores del Atlántico Sur sospechan que el virus del Nilo Occidental, endémico en África, Europa y Asia, se ha extendido ya a toda América. Este virus, que habita en las aves y mata a algunas especies, no afecta a otras.
Las aves contaminan los mosquitos y los seres humanos recibimos el virus con la picadura de los mosquitos. En 1997, 527 personas enfermaron en Bucarest (Rumanía) y 50 murieron. El año pasado, 61 personas enfermaron y 7 murieron en Nueva York como consecuencia de la encefalitis provocada por este virus. Según algunos investigadores, el virus fue transportado hasta América por un pájaro llevado por Israel. Según otros, es descendiente de los ejemplares utilizados en una investigación médica llevada a cabo en Nueva York en los años 50.
El origen de los orígenes, el virus se extendió por la zona de Nueva York el pasado mes de julio y ya se han contaminado la mitad de los gansos y gorriones de la comarca. La esperanza de que el virus morirá en invierno se perdió con el inicio de la primavera y las predicciones más negativas adelantan que se ha extendido por toda América, ya que 77 especies de aves migratorias han contribuido en invierno a extender el virus a toda Norteamérica y a algunos puntos de Sudamérica.
Los investigadores temen la aparición de la enfermedad durante el verano y proponen controlar el mayor número de aves posible. Conocer la región en la que se encuentran las aves contaminadas es fundamental para poder proteger a los seres humanos contra los mosquitos. Este control es muy complicado.