Las conchas de los moluscos son de aragonitas minerales frágiles, pero son muy duras. El investigador Arthur Heuer, de la Universidad de Cleveland de Ohio, ha investigado la reina del caracol marino rosa (Strombus gigas) y ha descubierto que la clave de la dureza está en la estructura de la cáscara: sus conchas están formadas por finas capas de minerales que forman ángulos de 90º entre sí. Gracias a esta estructura, los caparazones de los moluscos son cientos de veces más duros que los simples cristales de aragonita. Heuer cree que estas estructuras podrían ser adecuadas para desarrollar composites cerámicos más duros y nuevos materiales más ligeros.