Fíjate en la foto que hay al lado del lector. El núcleo de la vida es la fotografía de una molécula de Ácido Desoxirribonucleico (ADN). Los investigadores de la universidad de Kioto han conseguido esta maravilla. Para ello han utilizado un microscopio electrónico especialmente poderoso. La capacidad de ampliación de este microscopio es enorme, pudiendo aumentar los objetos en torno a 1.000.000.000 veces.
Sin embargo, para hacer posible esta foto no ha sido suficiente con utilizar un potente microscopio. Como es sabido, los microscopios electrónicos emiten haces de electrones que chocan con el objeto y dan una imagen del mismo. Por otra parte, para poder disponer de este potencial de ampliación es necesario que los haces de electrones sean muy energéticos. Debido a que la molécula de ADN es muy sensible, es necesario protegerla si no se desea que se deteriore al colocarla en un medio de estas características. Los japoneses han conseguido congelar el ADN a temperaturas muy bajas (-266ºC).