En las últimas décadas, los precios de las tecnologías de energías renovables -sobre todo la fotovoltaica y las baterías - han ido disminuyendo continuamente –y esto facilitaba, en cierta medida, la transición energética. La Agencia Internacional de la Energía, sin embargo, plantea su preocupación por el aumento del precio de los minerales y de los metales en los últimos tiempos y el temor a que esto vaya a comprometer la transición energética.
Según la Agencia, los problemas de la cadena global de suministro, la subida del precio de los productos básicos y la difícil situación geopolítica que se produce en el conflicto entre Rusia y Ucrania son el principal motivo de la promoción. Efectos graves: Litio y cobalto crecen más del 100%, níquel y aluminio entre 25-40%. Todos estos metales son necesarios para formar los cátodos de las baterías de litio. Así, aunque hasta ahora estos metales suponían el 5% del precio de la batería total, en la actualidad representan el 20%. Esto ha provocado un aumento del precio de los vehículos eléctricos. De forma similar incidirá sobre otras fuentes de energía: En 2021 los precios de las turbinas eólicas y las placas solares aumentaron un 9% y un 16% respectivamente, y esperan que aumente en 2022.
La Agencia Internacional de la Energía advierte que este aumento de precios aumentará la necesidad de financiar la transición hacia energías más limpias, dificultando el proceso.