Unos pequeños RNA llamados microRNA influyen en la expresión de los genes, pero los investigadores no sabían cómo hacerlo. Ahora, en la revista científica Nature se explica que el microRNA actúa antes de empezar a formar proteína. El estudio se ha realizado en el centro CRG de Barcelona, donde se analiza la regulación del genoma.
Los microRNA se encontraron por primera vez en 1993 y desde entonces han visto que son muchos y que tienen importantes funciones. Un tercio del genoma depende de estas diminutas moléculas. Conociendo el mecanismo de su actividad, los investigadores creen que podrían influir en la evolución de las enfermedades.
Ahora han dado un paso, ya que han demostrado que el microRNA necesita una proteína para trabajar. La proteína se llama eIF6 y, si se retira, la maquinaria de lectura del código ARN se detiene. La proteína eIF6 puede frenar el desarrollo de tumores en el futuro. Pero para conseguirlo, si lo consiguen, todavía tienen mucho camino.