Los Tammar, unos pequeños canguros, no emiten casi metano por el tubo digestivo, aunque comen hierba y hojas. Los biólogos de la organización australiana SCIRO (denominada Wallaby Group-1, WG-1) han concluido que la causa es la influencia de un grupo de bacterias intestinales de canguro recién descubierto. En la digestión de las plantas, en lugar de producir metano, las bacterias producen succinato. En condiciones normales, esta molécula se encuentra en estado sólido, por lo que no puede causar ningún efecto invernadero ya que el canguro no emite a la atmósfera.