Los geólogos que estudian el fondo del Mediterráneo han descubierto la creación de una nueva cadena montañosa. El campo analizado se encuentra en un punto de choque entre placas africanas y europeas y en el sur de Creta se han visto formando doscientas picos de barro en la confluencia de ambos continentes.
Ahora se está estudiando la influencia de estos impactos en la química y la biología del Mediterráneo. Cualquiera sabe que las cadenas montañosas, como los Alpes y el Himalaya, han surgido al chocar dos placas tectónicas, pero en esta ocasión en el Mediterráneo han visto "en directo" su origen.