La sonda espacial MAVEN fue enviada a la investigación de la atmósfera de Marte en 2013 y desde su llegada en septiembre de 2014 han publicado hoy sus primeros resultados. El objetivo de la sonda era aclarar por qué el planeta Marte es seco y casi sin atmósfera. Y es que parece que en una época Marte fue un planeta húmedo y templado, a diferencia de lo que ocurre ahora. La explicación de este cambio climático se encuentra en la atmósfera de Marte, donde la atmósfera actual es realmente fina (alrededor del 1% de la atmósfera terrestre). La atmósfera es la responsable de que el calor no se escape de los planetas, y el refinamiento de la atmósfera de Marte puede estar detrás de este cambio climático.
Los resultados de MAVEN han apoyado esta hipótesis y han señalado al Sol como responsable de la misma. Y es que aunque parezca tranquilo, a veces el viento solar sale a una velocidad de 500-1000 km/s. De hecho, los investigadores de la NASA han aprovechado una de estas violentas tormentas de viento y, al llegar a Marte, han descubierto que arranca la atmósfera del planeta rojo. La atmósfera ha sufrido una importante pérdida de gases.
El 8 de marzo se produjo la explosión gigante de gas y magnetismo en el Sol. En ese momento, MAVEN estaba midiendo el campo magnético de Marte y vieron que la tormenta del Sol giraba y expulsaba ese campo magnético de Marte, enrollándose en forma de cuerda, que se desplazaba hacia el espacio hasta unos 5.000 kilómetros. También los aparatos que miden la ionización atmosférica midieron grandes picos, ya que los iones se expulsan al espacio, concentrados alrededor de estas tipo de cuerda y 10 veces más rápido de lo normal.
Al mismo tiempo, cuando MAVEN ha estudiado la atmósfera superior, la ionosfera y la magnetosfera de Marte, han descubierto que existe un gran gradiente de temperatura. Además, se han detectado dióxido de carbono, argón y dióxido de nitrógeno, con un contenido de oxígeno superior al esperado. La densidad de los gases también se ha mostrado variable en órbita. Según los investigadores, es debido al campo magnético provocado por el viento solar y, en menor medida, a la superficie terrestre de Marte, los gradientes que se ven en el campo magnético y en los iones.
Ahora Marte no tiene una presión atmosférica como la Tierra, ni un campo magnético global. Por tanto, cuando suena el viento solar, ha quedado demostrado que extrae la atmósfera de Marte con los resultados de la sonda MAVEN. Quieren medir la velocidad a la que se gasta esa atmósfera y, en la medida de lo posible, retroceder hace 4.000 años y extrapolar si en aquella época Marte tuviera más atmósfera. De hecho, la demostración de que la tormenta solar causa una gran pérdida de iones y su carácter habitual lleva a los investigadores de la NASA a concluir que en la historia temprana de Marte podría producirse una gran pérdida atmosférica.
Los científicos tienen cada vez más claro que en algún tiempo hubo agua en Marte. Los cráteres que vemos ahora son lagos. El desierto, seco y frío que ahora vemos, estaba lleno de valles húmedos. Debido a la escasa atmósfera actual de Marte, no existe una presión atmosférica que, al igual que en la Tierra, produzca la presencia de agua en la superficie -la presión de Marte es de 7 milibar, mientras que la de la Tierra es de 1.013 milibes-. Sin embargo, se cree que en su día tenía una atmósfera cerrada de dióxido de carbono. La NASA considera que la existencia de una atmósfera vibrante puede provocar que el agua esté presente en la superficie.