El tiburón marrajo, vulgar o también llamado dientuso, (Isurus oxyrinchus) está en peligro según la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Así, AZTI ha comenzado a monitorizar para obtener información sobre sus movimientos y comportamiento, contribuyendo a su conservación. De hecho, además de ser un elemento clave en los ecosistemas, también tiene un interés pesquero..
AZTI trabaja desde el año pasado en la monitorización de unos cuantos tiburones para evitar ser sorprendidos en el golfo de Bizkaia. Este año, por primera vez, ha conseguido marcar un tiburón marrajo de 1,4 metros de longitud, con una marca de 1.400 metros. Este ejemplar ha sido bautizado como Amalur, con el objetivo de subrayar la importancia de la especie en el equilibrio de los ecosistemas marinos.
En concreto, se han dotado de dos marcas satélites para obtener información sobre los movimientos horizontales y verticales. En estos momentos se encuentra de camino hacia el sur, dejando atrás la isla de Madeira (Portugal).
También se está recabando información sobre los tiburones marcados con anterioridad, y así se sabe que el tiburón azul permanece prácticamente todo el año en el Golfo de Bizkaia, y no solo en la migración de verano hacia las aguas gallegas, como se pensaba al principio. Además, han comprobado que la zona de las foces es de especial interés para los tiburones azules.
El objetivo es reducir los daños que la actividad pesquera puede ocasionar a partir del conocimiento del comportamiento y movimientos de las especies de mrazón. Junto a ello, los tiburones quieren cambiar su imagen en la sociedad, porque para muchos son depredadores peligrosos, y no es sabido que tienen una importante función ecológica y que están en peligro.