Por primera vez en este invierno, los científicos se sumergen en el lago Malawi, en el este de África. Mediante un minibuceo guiado a distancia, los investigadores podrán estudiar el delicado ecosistema de este lago.
Este minibuceo ha sido ya utilizado en los grandes lagos norteamericanos. Pero hay una diferencia significativa entre los Grandes Lagos de América y el lago Malawi. Mientras que ellos son muy jóvenes (12000 años) y biológicamente bastante estériles, esto es muy antiguo (20 millones de años) y la prosperidad de la vida va de lleno.
Se cree que en el lago Malawi hay entre 300 y 400 tipos de peces de agua dulce. Además, estos peces son especiales y no se encuentran en otros lagos del mundo. Algunos son una importante fuente de proteínas de la población local, otros tienen precios elevados en forma de peces acuarianos.
Mediante estos estudios se pretende conocer o, al menos, aclarar las complejas interacciones biológicas que se producen en el lago. Con ello se pretende evitar los desastres ecológicos que se han producido en otros lagos similares. El lago Victoria, de origen y estructura similar, fue el punto de entrada de peces extraños en el deseo de proliferar la pesca. Estos peces, percas de Nilo y clupeidos, autóctonos, han sido prácticamente descartados. Además, a los habitantes de la zona no les gusta el sabor de estos nuevos peces.
Esperamos que estas investigaciones sirvan para no desperdiciar el patrimonio que se conserva en el lago Malawi.