Arqueólogos de la UPV descubren un mono de más de 100.000 años
Durante la toma de muestras para investigar el clima de hace unos 100.000 años, se ha encontrado el fósil de una mandíbula en la cueva de Lezetxiki en Arrasate. El fósil pertenece a la especie Macaca sylvanus, similar a los actuales macacos de Gibraltar. "Hasta el momento nunca ha aparecido en el norte de la península Ibérica", afirma la investigadora de la UPV Aritza Villaluenga. "Después de una larga búsqueda bibliográfica, descubrimos que los últimos vestigios de esta [especie] aparecieron en Valencia y Andalucía, y hace 300.000 años".
El fósil es una gran contribución a la investigación del clima. La mandíbula de Lezetxiki tiene una antigüedad máxima de 120.000 años. "Es algo anterior al inicio de la última glaciación y por eso creíamos que el clima era más frío que el actual. Pero la explicación de esta maca nos hace pensar que era como el clima actual".
El análisis de otros restos tomados en un mismo sedimento, como el estudio del polen, la geología y los micromamíferos, ayudarán a confirmar esta idea. Estos datos también ayudarán en la datación. "Los roedores (ratoncitos) que aparecen en él son especies muy conocidas --comenta Villaluengak--. En función del clima y de la época a la época cambiaban muy rápido". La mandíbula del macaco estaba situada entre las dos especies de roedores, por lo que los investigadores saben de qué época es.
Mandíbula incompleta. Le faltan las caras delantera y trasera, es la parte central y tiene algunas pinzas en su sitio. A pesar de no estar completo, los arqueólogos pronto se dieron cuenta de que nunca habían encontrado este tipo de fósiles. "Era evidente que el hueso no era de osos, ni de alguna de las especies que encontramos. Acudimos a la Sociedad de Aranzadi, donde tienen una colección de referencia ósea de numerosas especies, donde encontramos que Macaca es sylvanus".
Este descubrimiento ha sido publicado ahora en la revista Journal of Human Evolution. Además de los trabajos de investigación sobre los fósiles humanos, esta revista recoge también estudios relacionados con el contexto evolutivo del ser humano. "Joxe Miel Barandiaran encontró en Lezetxiki a Homo Heilderbergensis en humero. Sus grupos humanos y macacos vivieron aproximadamente en la misma época".
Sin embargo, los investigadores de la UPV no creen que el ser humano comiera macacos. "En el mismo muestreo encontramos muchos roedores. Esto nos hace pensar que algún depredador cazaría el macaco y que cedió el hueso que hemos encontrado. Quizá sea un ave grande, como un búho", afirma Villaluenga.