Uno de los sueños de la NASA es construir una estación en el espacio. En este camino se está construyendo la ISS, pero sería mucho más interesante encontrar un lugar fijo en el que el agua se encontraría y en el que se está trabajando en la Luna para confirmar que hay agua. Con este objetivo, el 4 de enero de 1998 lanzaron la sonda Lunar Prospector al espacio y gira a la Luna recogiendo datos.
Finalmente, cuando finalice su jornada de trabajo, le conducirán a la superficie de la Luna para confirmar la presencia de agua. Si fuera así, el choque (un coche de dos toneladas como el de una pared a 1.700 km/h) generaría vapor de agua que se vería desde los observatorios terrestres y espaciales.