Elhuyar Fundazioa
Este científico italiano nació en Bolonia el 9 de septiembre de 1737 y murió allí el 4 de diciembre de 1798. Cursó sus estudios en la universidad de su ciudad natal hasta su doctorado en 1762. Ese mismo año se incorporó a la misma universidad como profesor de anatomía y a la vez enseñaba obstetricia en el Instituto de Artes y Ciencias.
Fue nombrado presidente de la Academia de Ciencias de Bolonia en 1772 y después investigó la electricidad animal. Sus descubrimientos fueron publicados en 1791 en el libro De Viribus Electricitatis in Motu Musculari Commentarius (Comentarios sobre la Influencia de la Electricidad en el Movimiento Muscular).
En la época de Galvani estaban muy de moda las máquinas eléctricas y los aparatos eléctricos que tenían en cualquier universidad, como las botellas de Leyden. También existían en el laboratorio de Galvani, que los utilizaba en ensayos de anatomía o fisiología.
Galvani observó que las patas de rana (separadas por cortado del cuerpo) se contracturaban y abrían cuando soportaban la descarga eléctrica o tocaba los bisturís mecánicos conectados a la máquina eléctrica. Las patas de rana se contraían sin tocar los bisturís, incluso con una simple aproximación.
Este hecho no era tan sorprendente en sí mismo, sabiendo que la descarga eléctrica contrae los músculos vivos. ¿Por qué no contraerse los músculos muertos?
Franklin había probado anteriormente que los rayos eran descargas eléctricas, por lo que se podía esperar que se contrajeran las patas de rana durante la tormenta. Galvani, por tanto, colocó los músculos de la rana en la ventana pinchando con agujas metálicas. Los músculos se contrajeron y extendieron durante la tormenta, pero también cuando no había tormentas. Para ello bastaba con tocar el músculo con dos metales diferentes. ¿De dónde venía la electricidad? ¿Del metal? ¿Del músculo?
Galvani, porque era anatomista, decía que venía de los músculos, que había electricidad animal.
Galvani mantuvo su idea en estado puro, pero no tenía razón, como demostró Volta años después. Galvani se lamenta mucho de la demostración de Volta.
Sin embargo, en los últimos años de su vida el nombre de Galvani se extendió por todo el mundo. La electricidad sostenible generada por dos metales en contacto se denominó electricidad galvánica, con el fin de separar el ámbar de la electricidad estática que se generaba al frotar con vidrio.
Se dice que están galvanizados cuando las piezas de acero, aplicadas por corriente eléctrica u otro sistema, tienen una capa de cristal de zinc. Por otro lado, en 1820 la matemática y física francesa Andre Marie Ampère propuso que el sistema de detección de la presencia o no de corriente eléctrica se denomine galvanómetro, y de ahí se utiliza en el campo de la electricidad del nombre de Luigi Galvani.