Muchas de las áreas del conocimiento y la actividad humana están recogidas en papel y las guardamos como un tesoro. También es una herramienta importante para conocer nuestro pasado e historia. Pero desgraciadamente el papel envejece y se deteriora porque la acidificación, la oxidación y los microorganismos hacen lo suyo. Por eso tienen que tener mucho cuidado en los museos y archivos.
El
equipo de investigadores del Fraunhofer Institute for Interfacial Engineering and Biotechnology, formado por microbiólogos, químicos y restauradores en investigación con plasma, ha dado un paso más en la lucha contra estos problemas. En este grupo se utiliza la tecnología de plasma para el nuevo sistema. Hasta el momento, la tecnología plasmática se ha utilizado en la industria tanto para la limpieza de superficies como para el pintado de materiales o para la preparación de recubrimientos protectores. En la industria farmacéutica y alimentaria también se sustituye la esterilización. Y en lo sucesivo se podrá utilizar en la restauración de documentos.
El
papel es muy sensible y fácil de deteriorar, por lo que el plasma no se añade directamente. Las moléculas y átomos del gas, muy reactivables, se añaden en diferentes pasos bajo condiciones especiales. Se han realizado pruebas con diferentes tipos de papel y plasma, en las que se han restaurado y legible los papeles que estaban pegados entre sí o que tenían el color perdido, provocando la desaparición de la mayoría de las manchas negras. Los investigadores han demostrado que el plasma es eficaz contra las bacterias y los mohos. Se pueden separar las páginas de los libros de aplicación de la técnica, cubrirlas con la capa protectora de protección contra agentes externos y volver a codificarlas para que puedan durar mucho tiempo. 1.