Los científicos del acelerador estadounidense Virginian Thomas Jefferson comienzan a preparar cien veces más potente que el láser de cualquier color actual. En este láser los electrones son “libres” y como en los convencionales no funcionan limitados en el material entre dos niveles fijos de energía.
En este nuevo láser se extraen los electrones del material, se aceleran hasta la velocidad alrededor de la luz y se lanzan a un campo electromagnético. Allí emiten fotones que salen como rayos láser. La “libertad” otorgada a los electrones permite ajustar la longitud de onda (es decir, el color) del rayo láser regulando el campo electromagnético.
El nuevo láser estará terminado en septiembre de este año y en breve se iniciarán las pruebas. Primero se ensayarán en el área de infrarrojos y después en el área de ultravioleta.