Los piojos vegetales ayudan a curar las heridas de su huésped utilizando su sangre, según los científicos del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Industrial Avanzada de Tsucuba. Varias especies de piojos vegetales crean granos parecidos en las plantas para vivir en ellas. Las orugas perforan los granos y los piojos vegetales quedan desprotegidos. Por ello, los piojos vegetales soldados forman una costra con su sangre para cubrir la herida. La planta, al recibir las señales de los piojos, toma el control de la herida y se cura. Los investigadores esperan que la sangre de los soldados contenga nuevos compuestos químicos para la manipulación de plantas.