Estamos oyendo más que nunca la palabra reforma. En la mayoría de los ámbitos estamos haciendo o pensando, buscando innovar y actualizar. Así es además, si queremos avanzar. Y en Educación, y en especial en Formación Profesional, ¿qué?
¡Gran apuesta!
De una parte S.A.P.L. Con la aplicación de la ESO, la conocíamos como Educación General. y PERI desaparecerán tal y como desaparecerán las actuales L.H.1 y L.H.2. En su lugar, se configura un único sistema de formación básica, con la formación general y la Formación Profesional básica en un único sistema de formación, y un único sistema de Formación Profesional Específica, la anterior Formación Profesional Específica –reglada– y la actual F.P. no reglado, recogiendo.
Todos ellos constituyen un sistema integrado de Formación General y Profesional.
De este modo, los actuales Institutos de Bachillerato y las Escuelas Profesionales desaparecerán, designándose todos ellos como Institutos de diferente naturaleza.
Por tanto, estos centros deberán ofrecer Educación Secundaria Obligatoria (12-16 años) y no obligatoria.
Las especialidades hasta ahora desaparecerán y los Institutos de Bachillerato tendrán que ir hacia la Formación Profesional y los de Formación Profesional hacia la formación general. Todos ellos conformarán una red de centros de Enseñanza Secundaria con un doble objetivo de formación para estudios universitarios y soluciones profesionales a corto plazo.
Otra visión que no debemos perder es el alumnado.
El descenso de alumnado en la ESO está llegando a las Enseñanzas Medias debido a la tasa de natalidad, y habrá que ver si se equipara la oferta de todos estos centros con la demanda y demanda de la sociedad.
Esto puede romper el sistema que nos ha mantenido tan lejos y, a través de un análisis de nuestro entorno, nos lleva a ofrecer la oferta necesaria, seria y de calidad, llevando a esa solidaridad lo mejor de la propia identidad.
Los miedos siempre serán, incluso, intereses contrapuestos, pero al final la Administración educativa, los Institutos y las Escuelas Profesionales deben ofrecer la oferta que la sociedad necesita y exige, poniendo los medios necesarios para ello, solucionando los problemas y siempre teniendo como objetivo principal la educación de calidad.
Creo que más que nunca es hora de la Formación Profesional.