Un grupo de físicos europeos ha conseguido enviar una llave cuántica segura de una isla a otra. Concretamente, los fotones codificados por láser han sido enviados desde el telescopio de La Palma hasta Tenerife a 144 km.
Aunque el resultado es espectacular, es difícil y no es práctico en absoluto, ya que la transmisión se realiza necesariamente desde el telescopio al telescopio y es muy escasa la información transmitida.