El equipo de Neuroimagen Computacional de BioCruces y Dante Chialvo, investigador de Ikerbasque, han descubierto una nueva forma de medir las anomalías que se producen en las funciones cerebrales de los pacientes con trastornos de conciencia. Mediante un traumatismo craneoencefálico se han encontrado dos marcadores cerebrales con resonancia magnética funcional que cuantifican el daño que ha sufrido el cerebro del paciente en coma, en estado vegetativo o en estado de mínima conciencia, por un lado, la correlación parcial o conectividad entre los dos hemisferios cerebrales, y por otro, la transferencia entrópica que indica la actividad interna de cada hemisferio.
En otros estudios se ha comprobado que en pacientes en estado de coma puede haber una alteración cerebral, a partir de la cual el equipo de investigación ha realizado un análisis de las redes de conectividad funcional. El resultado ha mostrado una clara diferencia entre individuos sanos y marcadores de pacientes con trastorno de conciencia. El estudio ha sido publicado en la revista Frontiers in Neuroinfromatics y, según los autores, el descubrimiento contribuirá a un diagnóstico más exhaustivo de estos pacientes, mejorará su pronóstico y permitirá disponer de una información más amplia que permita predecir cómo estará el paciente cuando salga de la coma.
Además, las técnicas de neuroimagen y los marcadores que han descubierto han permitido medir la conectividad funcional del cerebro en el momento en que los pacientes despiertan del coma. En ese momento, los investigadores han comprobado que la información que se transfiere en el cerebro aumenta.Mientras un individuo sano transfiere información de 344 bits, el paciente que se despierta del coma llega a 444 bits. Esta diferencia, según los expertos, puede considerarse como un fenómeno de compensación transitoria, pero será necesario más investigación para confirmar esta hipótesis.