Para prevenir el cáncer de colon en los últimos quince años, los médicos han recomendado el consumo de caspa y de fibras vegetales en general. En América, sin embargo, un estudio realizado en 88.751 mujeres de entre 34 y 59 años ha dado otras consecuencias. Según la revista New England Journal of Medicine, de 13 de diciembre de 1990, entre el consumo de salvado y el cáncer de colon no existe ninguna relación, ni para bien ni para mal. En otras palabras, el salvado no protege contra este tipo de cáncer.
Pero tiene mucho que ver con el hecho de comer carne de buey o cordero (sea cual sea la preparación de la carne). Con estas carnes el riesgo es 2,5 veces mayor.
También existe una gran relación entre las grasas animales y el cáncer, pero ninguna entre las grasas vegetales y este cáncer. Comer pollo y pescado sin piel no supone ningún daño.
La salvado y los alimentos vegetales son útiles, por supuesto, pero sólo cuando se comen en lugar de carnes rojas. Por lo tanto, con la ingestión de una gran cantidad de salvado y de fibras vegetales, comer mucha carne roja no se adelanta nada. Como resultado del estudio realizado en América, se recomienda comer más pollo y pescado y menos carne.
Recordemos que el cáncer de colon se debe a la alta concentración de sales biliares de liserización de la carne, que degradan el colon. El salvado y los vegetales aceleran el paso de estas sales en el intestino.
Por otro lado, los cánceres de colon y recto no son iguales en mujeres y hombres, ni en ambos lados del Atlántico. Los cánceres de recto son más abundantes en Europa y los de colon en América.