Los científicos australianos afirman que los cambios climatológicos se pueden predecir enviando ondas sonoras bajo el agua. Al calentarse el agua del Océano Índico, el clima circundante cambia, afectando a los monzones, la corriente del Niño, etc. Por lo tanto, conociendo la evolución de la temperatura del agua se puede saber si en el futuro habrá menos o más lluvias en el entorno.
El CSIRO Marine Research australiano envía ondas sonoras de un punto a otro para seguir la temperatura del agua. Porque cuanto más caliente sea el agua, más rápido se moverán estas ondas. Pruebas realizadas en el Océano Pacífico y con buenos resultados. Alrededor de la isla de Cocos, las señales y los hidrófonos son enviados desde los 1.000 m de profundidad, situados en Diego García, Crozet y Cabo Indio.
Comprehensive Nuclear Test Ban Treaty Organisation, entidad encargada de detectar pruebas nucleares ilegales, utiliza hidrófonos de la red general para medir la temperatura del agua en miles de kilómetros.