A mediados del pasado mes de noviembre representantes de los países más desarrollados del mundo y principales expertos en medio ambiente se reunieron en Buenos Aires para analizar la situación y consecuencias del Efecto Invernadero. Según estudios realizados por expertos en medio ambiente en los últimos años, los diferentes climas de la Tierra no varían poco a poco como se ha venido considerando hasta ahora, sino que los cambios son bruscos. Según estudios realizados en los hielos de Groenlandia, hace 14.000 años el clima sufrió un aumento de 5º en menos de diez años.
Según los científicos, el cambio en la estructura de la atmósfera (por ejemplo, la cantidad de CO2) supone un cambio en el comportamiento de la misma, lo que provoca un cambio brusco en los diferentes climas. A pesar de que las emisiones de gases que están cambiando la estructura de la atmósfera se están ralentizando en los últimos años, la concentración de estos gases es cada vez mayor y a corto plazo los diferentes climas pueden cambiar dramáticamente. A modo de ejemplo, la Gulf Stream, conocida en el norte del Océano Atlántico, puede desaparecer a través del agua fría producida por el hielo que se derrite en el Ártico, provocando una disminución de las temperaturas en toda Europa. Este cambio tendría consecuencias sobre todo en el norte de Europa.