Un grupo de investigadores ha demostrado los beneficios para la salud de una hormona, la irisina, que segrega las células musculares durante el ejercicio. Además, se ha aislado la hormona y se ha demostrado que inyectada a los ratones tiene los mismos efectos que el ejercicio. A la vista de ello, se sugiere que la irisina puede tener un uso terapéutico, sobre todo en la obesidad y la diabetes, pero quizás también en algunos cánceres. Los detalles del estudio han sido publicados en la revista científica Nature. Según el estudio, la hormona
irisina tiene una influencia directa sobre el tejido adiposo, ya sea mediante el ejercicio o la inyección en sangre, el irisín convierte la grasa blanca (mala salud) en grasa parda (beneficiosa). Además, aumenta
la tolerancia a la glucosa.Asimismo, en un experimento con ratones sedentarios han demostrado que tras diez días de inyección de irisina, la concentración de glucosa en sangre y los niveles de insulina eran mejores que antes de iniciar el experimento. Al mismo tiempo, no se detectó ningún efecto secundario. Dado que la irisina de los ratones es la misma que la de las personas, los investigadores esperan que se pueda utilizar para tratar a los pacientes.