En una investigación llevada a cabo por la Universidad de Santiago de Chile, se ha comprobado que al enrollar un trozo de papel, el borde del papel interior del tubo adopta siempre el mismo aspecto, independientemente del grosor del papel o de la anchura del tubo. Esta arista nunca sigue la forma del tubo: en un punto determinado se separa del tubo y queda contra la pared de enfrente. Pues han visto que siempre forma un ángulo similar con la pared que debería estar en contacto por sí misma (24,1 grado, independientemente de grado), y siempre hay el mismo ángulo, 125,2 grados, entre el borde del papel y el punto que se separa del tubo.