Los hombres tienen menos anticonceptivos que las mujeres. Entre los motivos se encuentra la escasa aceptación de los usuarios; por ejemplo, los anticonceptivos hormonales ensayados no han salido adelante, ya que los voluntarios no aceptaban los efectos secundarios. Ahora, en la revista Science, se presenta una molécula que provoca esterilidad, segura y reversible, sin otras consecuencias.
STK33 es un inhibidor de la quinasa. STK33 es una proteína imprescindible para la fertilidad, tanto en ratones como en humanos. Su mutación produce esterilidad al alterar la movilidad y morfología de los espermatozoides, pero tampoco produce otras consecuencias.
Por lo tanto, los investigadores pensaron que, en caso de encontrar la molécula que la inhibe, podrían abrir el camino para desarrollar un anticonceptivo. Así, mediante la exploración de bases de datos genéticas se han identificado una serie de moléculas que inhiben específicamente el STK33. Una vez clarificada la estructura molecular, se han sintetizado en el laboratorio y en los ratones se ha encontrado la más adecuada: CDD-2807.
Según los experimentos, este inhibidor no es tóxico, atraviesa bien la barrera entre testículos y sangre, no se acumula en el cerebro y tiene efectos similares a la mutación del STK33 sin afectar a la medida de los testículos. Además, sus efectos son reversibles: poco tiempo después del abandono del tratamiento, los ratones eran de nuevo reproductores.
Todavía tienen que realizar más investigaciones en los ratones antes de probarlas en humanos, por ejemplo, para ver su impacto a largo plazo. Sin embargo, los investigadores esperan abrir un nuevo camino.