El ratón estrellado pierde el miedo al gato para siempre

Rementeria Argote, Nagore

Elhuyar Zientziaren Komunikazioa

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Ed. Lxowle/CC-BY-SA

Además del daño que la toxoplasmosis ocasiona directamente al ratón, una consecuencia grave es que el ratón infectado pierde el temor intrínseco al olor de gato. Incluso después de superar la enfermedad, parece que no recupera ese mecanismo necesario para su supervivencia. Así lo dice un estudio publicado recientemente por investigadores de la Universidad de California en la revista PLoS ONE.

La toxoplasmosis es causada por la gondiia parásita Toxoplasma. Es un patógeno unicelular que puede albergar numerosas especies de mamíferos y aves como huéspedes, incluido el ser humano, pero se reproduce sólo en los intestinos del gato. Por lo tanto, el resto de animales son huéspedes secundarios para el parásito y, sobre todo, se encuentra en los quistes que produce en el cerebro. El ciclo de vida se completa con la ingestión de un gato. En este contexto, una estrategia evolutiva adecuada es, para el parásito, evitar el miedo del ratón al gato para facilitar su caída en las garras del gato. Hasta ahora se consideraba que este cambio de comportamiento podía ser causado por los quistes que el parásito produce en el cerebro. Pero los de la Universidad de California han investigado con una cepa de baja virulencia que no genera quistes, y han visto que a pesar de ello los ratones pierden el miedo al olor del gato. Incluso cuando los parásitos han pasado por la enfermedad y han desaparecido del cerebro, los ratones no recuperan el miedo.
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