Reparación de nervios dañados

Algunos nervios presentes en el cuerpo humano, incluso dañados, son fácilmente restaurados. Por ejemplo, si se incide sobre la piel en la mano, el daño nunca es grave. La piel cicatriza rápidamente y los nervios cortados se renuevan en unas semanas.

En cambio, en el cerebro o en la médula espinal es otra cosa. Si se dañan sus nervios no es posible su reparación. Los neurobiólogos llevan tiempo tratando de averiguar por qué los nervios periféricos y los cerebros y métricas de la columna tienen un comportamiento tan diferente. Saben que en el cerebro y en la columna se empiezan a regenerar los nervios, pero esa recuperación se inhibe.

En la universidad de Zurich hace unos años el investigador Martin Schwab y su equipo aislaron dos proteínas que inhibían la renovación de fibras nerviosas en la mielina que rodea la médula espinal. Mediante la creación de los anticuerpos específicos correspondientes, se aplicaron a las ratas dañadas por el nervio y se estiraron las células nerviosas diez veces más de lo normal.

Los últimos descubrimientos han completado estos datos. El grupo Martin Schwaben inyecta intencionadamente una sustancia llamada NT-3 (Neurotrofina 3) a una rata medular dañada en la médula espinal y mediante la aplicación de un anticuerpo llamado IN-1 (que neutraliza las proteínas inhibidoras de la mielina), las fibras nerviosas se han alargado en dos centímetros. ¡Sorprendente!

Por su parte, en la Facultad de Medicina de Kioto, el equipo del investigador Yasushi Iwashita ha conseguido otra cosa sorprendente en relación a los nervios cerebrales. Al recién nacido rata que le faltaba un trozo de cerebro, le han insertado una parte del mismo tamaño tomada de un feto. El cerebro se ha curado y la rata es capaz de caminar, saltar y subir.

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