¿Adiós definitivo a las focas?

Ante el ataque de focas a la población de bacalao, los gobiernos de Canadá y Noruega han autorizado la limpieza de 300.000 ejemplares. Aunque se ha insistido en que no hay base científica para ello, no ha sido posible parar la masacre de este año. ¿Y el año que viene?

Los gobiernos noruego y canadiense han dado permiso para acabar con 300.000 focas. Canadá ha repartido cerca de 10.000 licencias entre pescadores y por cada foca limpiada se repartirán alrededor de 3.000 pesetas. El objetivo de este “Proyecto” es lograr la desaparición de 1.250.000 focas para el año 2.000, lo que supone un gran beneficio para el sector pesquero. Estos son los datos que se han dado oficialmente. Y de ahí la ira de los lectores, grupos ecologistas y ciudadanos.

De hecho, se puede afirmar que no es posible establecer una relación directa entre lo que comen las focas y el descenso de la población de bacalao en los últimos años, tal y como ha señalado la Organización Internacional para la Protección de los Animales. Según Greenpeace, no se puede decir que la limpieza de las focas contribuya a mantener la población de bacalao y, por lo tanto, no hay pruebas al respecto, por lo que piden que se retire la autorización concedida por los gobiernos.

Cerca del 70% de la población canadiense se se opone a la autorización concedida por el gobierno. El gobierno noruego ha subrayado el valor ecológico de esta medida, indicando que la población de focas estaba creciendo de forma desmesurada y que va a propiciar un “equilibrio ecológico”.

La respuesta del mercado está por descubrir. Greenpeace ha denunciado la próxima puesta en marcha de una nueva campaña de comercialización de carne de perros de mar por parte de ambos gobiernos. El pene de la foca, por ejemplo, se utiliza como afrodisíaco en algunos lugares de Asia y suele rondar las 25.000 pesetas por unidad.

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