La radioastronomía ha sufrido últimamente serios problemas debido a las interferencias que le provocan los teléfonos móviles, ya que sus frecuencias son similares a las de las estrellas lejanas. En Holanda, sin embargo, investigadores de la Fundación Nacional para la Investigación Astronómica están en vías de resolver el problema. Estos han diseñado un radiotelescopio compuesto por varias antenas separadas entre sí. Por lo tanto, la emisión llega desde el espacio con un pequeño decalaje temporal, pero este pequeño decalaje es suficiente para detectar el decalaje de fase entre las señales que llegan. Las señales se recombinan en el ordenador y los radioastrónomos pueden desparasitar los teléfonos móviles porque sus emisiones son de fase estable. Así las interferencias son menos de diez mil veces.