Se encuentra en una órbita a 450 km de la Tierra, pero sus fotos son tan nítidas que la línea del campo de fútbol, las sombras de las personas o los nuevos satélites en los que el coche puede distinguirse.
La empresa DigitalGlobe de Longmonte envió el año pasado otro satélite pero falló, pero esta vez han triunfado con el Quickbird lanzado en octubre. De hecho, en febrero comenzaron a recibir las fotografías.
La cámara de Quickbird puede separar objetos de 60 cm, mientras que el satélite Iconos, enviado por la empresa Space Imaging Inc. en Denver en 1999, tiene una resolución de casi 90 cm.
En cuanto al funcionamiento, el mecanismo utilizado por Quickbird es muy similar al de la fotocopiadora, pero esta vez la lente barre la superficie.
Existe, por tanto, un recurso que ayudará a la investigación en diferentes ámbitos. Por ejemplo, se podrán tomar detalles más detallados de los arrecifes coralinos, estudiar el crecimiento lento de la población urbana, realizar mejores mapas urbanos o realizar un seguimiento temporal de las grietas de los hielos de la Antártida.