Eric Bonabeu, biólogo e ingeniero de telecomunicaciones del Instituto de Santa Fe de California, ha unificado sus dos profesiones al aplicar los comportamientos de las colonias de hormigas en redes de telecomunicaciones.
Las hormigas, trabajando, dejan huella de feromona en cada viaje de ida y vuelta, lo que les permite seguirlas unas de otras. Cuando una de las hormigas encuentra un camino más corto hacia la fuente de la comida, el desplazamiento es más rápido, la huella de feromona se refuerza y la otra hormiga atrae a su camino. De esta forma se fortalece más la huella de feromona y el número de hormigas que trabajarán por el nuevo camino se incrementa constantemente. Pero las hormigas en fila no dejan de buscar caminos y si el mayor está bloqueado, empezarán a caminar por ellos.
Bonabeu ha adaptado esta misma estrategia a las redes de telecomunicaciones (internet, línea telefónica, etc.). Los familiares virtuales de las hormigas buscan constantemente nuevos caminos para poder utilizar el directo cuando se bloquea o se hace demasiado lento. Además, ha realizado una segunda observación útil para los robots: cuando un grupo de hormigas transporta un gran objeto, no se comunican entre sí. En su lugar, buscan en todo momento el equilibrio del objeto.
Bonabeu ha aplicado esta estrategia a los robots y ha conseguido entregar los envases uno al otro sin ninguna comunicación. La observación de las colonias de hormigas puede ser, por tanto, de gran utilidad en esta era de las telecomunicaciones.