Un estudio realizado en 42 parcelas ha revelado que los cultivos preparados para producir insecticidas contra plagas no dañan gravemente al resto de insectos. Según el estudio, hay más insectos no diana que en cultivos tradicionalmente impregnados de insecticidas en plantaciones transgénicas de algodón y maíz. Sin embargo, en ellos hay menos insectos que en las plantaciones en las que no se han utilizado insecticidas ni plantas transgénicas.
Las plantas se transforman para producir la toxina que segrega la bacteria Bacillus thuringiensis, protegiendo la cosecha de insectos que son plagas. Según este estudio, en principio no hay motivos de preocupación, salvo los insectos que no son objeto de estudio, pero los expertos aseguran que será necesario realizar más y más profundamente investigaciones.