Un grupo de científicos de la Universidad de Berkeley ha estudiado los cráteres de impacto superficiales de la Luna y ha concluido que la actividad de los meteoritos tiene niveles cíclicos a lo largo de la historia. Al coincidir estos ciclos de actuación con los principales episodios biológicos de la Tierra, los investigadores consideran que el grado de bombardeo de meteoritos y el desarrollo de la vida están relacionados. Según los meteoritos que cayeron a la Luna, hace 3,5 billones de años el Sistema Solar sufrió una gran actividad meteorológica, compuesta principalmente por cometas grandes y asteroides. Fue en aquella época cuando apareció la vida en la Tierra, y son los restos de vida más antiguos conocidos. P. Paul Según la geofísica Renne, estos objetos procedentes del espacio interestelar trajeron a la Tierra moléculas orgánicas necesarias para crear vida.
Hace 500 millones de años comenzó un ciclo de gran actividad que se ha prolongado hasta la actualidad. El comienzo del ciclo coincide con la explosión de vida en Kambriar y está formado principalmente por objetos de pequeño tamaño. Según los científicos, el polvo interestelar contiene agua, aminoácidos y otras moléculas orgánicas, permitiendo una constante transformación y diversidad de la vida y, en consecuencia, su desarrollo. Creemos que chocar con objetos extraterrestres es una catástrofe, pero según esta investigación, los choques que se han producido a lo largo de la historia han sido beneficiosos para el desarrollo de la vida, al menos hasta la actualidad.