Los científicos soviéticos han confirmado que para 1968, un año antes que los norteamericanos, estaban dispuestos a poner a un hombre en la luna. Un equipo de científicos del Massachusetts Institute of Technology, durante su visita al Instituto de Aviación de Moscú el pasado mes de noviembre, vio y fotografió el módulo que los soviéticos tenían previsto utilizar.
Los soviéticos tenían planes de lanzamiento de dos espacios (Módulo de Iluminación y Módulo de retorno). Ambas se unirían en la órbita de la Tierra.
El módulo de retorno se proyectaba mediante un proyector Proton, pero el módulo de captación de luna necesitaba un cohete más potente. Se llamaba N-1. Desgraciadamente la N-1 nunca consiguió el aterrizaje. Como consecuencia, el diseñador, Baleri Mixin, perdió su puesto en 1974 cuando los soviéticos decidieron suspender definitivamente el programa de la Luna.
Balentin Gluxko, fallecido el año pasado, se hizo cargo del trabajo y diseñó el Lanzador de Energía. Desde entonces hasta el pasado mes de octubre la intención de la luna soviética ha estado oculta.