Todavía el 40% de la electricidad que se produce en el mundo se extrae carbón quemado. Es cierto que en la actualidad no tiene mucha estimación en algunos países industrializados, pero la nueva técnica denominada “cama fluidificada y presurizada” permite que el carbón vuelva a estar en la punta anterior.
Según la firma sueca ASEA, el combustible se comprime con una corriente de aire y el rendimiento en la central eléctrica puede ser del 45% (superior a cualquier otra central térmica). Además, la contaminación de los gases a la atmósfera puede reducirse entre un 90 y un 95%.